Producto: Limpieza de tus gafas
Aquellos que necesitamos gafas para ver con nitidez sabemos de la importancia de mantener las lentes limpias y transparentes para conseguir esa visión que deseamos. No son pocas las veces que alguien acude a nuestra óptica a hacer algún ajuste a sus gafas, de mayor o menor entidad, y cuando se las devolvemos al regresar del taller para que se las prueben exclaman "¡Qué bien veo! ¿Qué las has hecho?"; la respuesta es sencilla: "Limpiarlas".
Porque reconozcámoslo, podemos tener unas gafas con las mejores lentes del mundo, con la graduación más precisa y todas las tecnologías más avanzadas en cuanto a diseño y fabricación, pero si esas lentes están sucias o rayadas poco bien vamos a ver. Y no vale cualquier cosa para limpiarlas; una servilleta de papel, la camisa o chaqueta que llevamos puesta, la corbata... incluso -a pesar de parecer surrealista- frotar los cristales directamente con nuestros dedos no son buenos métodos para limpiar las lentes, sí para rayarlas y deteriorarlas prematuramente.
Entonces, ¿cómo debemos limpiar correctamente nuestras gafas? Para nosotros el procedimiento ideal es el siguiente:
En casa:
- Lávate las manos para asegurarte que no tienen suciedad, grasa, etc. que ensucien las lentes en lugar de limpiarlas.
- Enjuaga las gafas bajo el grifo con un chorro de agua tibia para eliminar las partículas de polvo que pueda haber en ellas.
- Ponte unas gotas de jabón líquido neutro en la yema de los dedos y frota con cuidado ambas caras de las lentes; no olvides el resto de la gafa y frota también el frente y varillas de la montura y las plaquetas que apoyan en la nariz.
- Aclara bien las gafas bajo el grifo eliminando todo resto de jabón y sacúdelas ligeramente para desprender cualquier gota de agua que pueda haber quedado en ellas.
- Seca las gafas con un paño suave que no desprenda fibras; nosotros recomendamos la gamuza de microfibra que siempre os entregamos con las gafas. Hazlo con suavidad, sujetando la gafa por el aro o parte de la montura que estás limpiando para evitar tensiones que puedan terminar partiéndola con el tiempo (si estás limpiando la lente izquierda debes sujetar la gafa del aro o borde de esa lente izquierda, y lo mismo con la derecha).
Fuera de casa:
No siempre disponemos de un grifo para poder limpiar nuestras gafas, normalmente nuestra jornada se desarrolla fuera y las lentes se ensucian a lo largo de todo el día. En estos casos lo mejor es
- Eliminar las posibles partículas de polvo que pueda haber en nuestras lentes; para ello bastará con soplar ligeramente sobre ellas.
- Humedecer la gamuza de microfibra con un spray específico y frotar cuidadosamente las lentes.
Sobre las gamuzas de microfibra que adjuntamos con las gafas, también deben lavarse periódicamente para mantenerlas en perfectas condiciones; lo haremos con agua tibia, por debajo de 40ºC y sin suavizantes.
Un sencillo truco para asegurarnos que la gamuza que llevamos encima está limpia y libre de partículas de polvo que puedan arañar nuestras lentes es usar siempre la misma cara de la gamuza para frotar las lentes; esta cara será la que mantengamos en el interior al doblarla para guardarla.
Cuando nos quitemos las gafas las guardaremos siempre en la funda que entregamos con ellas al comprarlas; dejarlas sobre una mesa o mueble fuera de la funda es exponerlas a apoyar cualquier objeto sobre ellas por descuido; nunca debemos dejarlas apoyadas sobre las lentes en la mesa, pues lo único que conseguimos es rayarlas prematuramente. Y NUNCA debemos guardarlas en el bolso sin la protección de la funda.