Salud ocular: Pinguécula

24.12.2020

Engrosamiento que se produce en la conjuntiva -fina capa transparente y mucosa que recubre la parte visible del globo ocular (el blanco de los ojos)-. Es un acúmulo de proteínas, grasa y calcio, habitualmente de color amarillento que suele crecer próxima a la córnea, con mayor frecuencia en el lado nasal. No afecta a la visión, pues aunque crece próxima a la córnea no la llega a invadir.

Aparece por cambios en el tejido de la conjuntiva y aunque aún no se conocen con certeza las causas de la aparición de esta condición, las más probables son:

  1. Excesiva exposición a la luz solar (más concretamente la radiación UV), agentes irritantes como el polvo, viento y otras partículas en suspensión. Esto hace que lo veamos con mayor frecuencia en personas que trabajan al aire libre como pueden ser agricultores. Incluso hemos llegado a ver el caso de alguna persona con pinguécula en ambos ojos cubriendo casi toda la banda central tanto nasal como temporal del ojo; al preguntarle hemos averiguado que suele hacer senderismo por la montaña sin protección de gafas de sol, de forma que para protegerse del exceso de iluminación entorna los ojos.
  2. Se ha relacionado con el síndrome de ojo seco, ya que la falta de lágrima o su mala calidad impide la correcta lubricación del ojo que provocan daños en conjuntiva y finalmente la aparición de la pinguécula.
  3. Edad, envejecimiento de los tejidos.

Aunque suele ser asintomática no es extraño presentar algunos síntomas, siendo los más comunes la irritación o sequedad -vemos que esta puede ser tanto causante como síntoma-, sensación de aspereza o arenilla, picazón; el síntoma más visible de todos es la inflamación (pingueculitis), aunque no siempre supone una incomodidad para el paciente.

Vemos que casi toda la sintomatología está asociada a la falta de lubricación, por lo que en caso de aparecer síntomas los aliviaremos con la lubricación mediante lágrima artificial; en los casos en que haya inflamación el oftalmólogo puede recetar algún antiinflamatorio local. Es raro tener que eliminar la lesión mediante cirugía.

En cuanto a la prevención, siendo los principales factores de riesgo los relacionados con las condiciones ambientales, lo mejor que podemos hacer es usar gafas de sol debidamente homologadas que nos protejan tanto del viento y partículas como de la radiación UV, la cual está presente todo el año y no sólo en verano.

Para estar seguros que nuestras gafas de sol han pasado todos los controles necesarios y nos protegerán debidamente de la luz UV las deberemos comprar en ópticas, donde también nos asesorarán correctamente sobre las que más nos convienen en función del uso que las vayamos a dar.