Salud ocular: Retinopatía hipertensiva

17.09.2020

La hipertensión arterial (HTA) es un factor que incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, neurológicas e incluso mortalidad. Afecta a las arterias en los diferentes órganos del cuerpo.

El ojo, con toda su red de vasos sanguíneos, también se ve afectado por esta condición cuyo conjunto de alteraciones es conocido como retinopatía hipertensiva. De hecho, la exploración del fondo de ojo (FO) en un examen rutinario de la visión puede alertar de cambios en la retina que lleven al posterior diagnóstico de la HTA. Incluso permite estimar el grado de daño sufrido por otros órganos a consecuencia de la hipertensión, ya que la retina es la única parte de nuestro cuerpo donde se pueden observar los vasos sanguíneos (venas y arterias) directamente.

Tipos.

Encontramos los siguientes tipos de retinopatía hipertensiva:

  1. Crónica: es la forma más frecuente, asintomática. Con el paso del tiempo se aprecian en el FO cruces arterio-venosos anómalos, dilataciones puntuales en las paredes de los vasos denominadas aneurismas, hemorragias dispersas en la superficie retiniana, disminución del grosor de los vasos, e incluso edema papilar en los casos más severos.
  2. Aguda: en un período de tiempo corto aumenta excesivamente la presión arterial. Puede provocar visión borrosa que se normaliza al restablecerse los valores de presión, y dolor de cabeza; en los casos más severos se pueden apreciar hemorragias e inflamación o edema de papila.

Complicaciones asociadas.

  1. Obstrucción arterial: hay alteración severa y repentina del campo visual, pudiendo afectar a la agudeza visual según la zona afectada.
  2. Obstrucción venosa: el inicio también es agudo, aunque los síntomas no son tan repentinos.
  3. Neuropatía óptica isquémica: deja de haber aporte de oxígeno en la cabeza del nervio óptico por la falta de riego sanguíneo. El paciente suele perder parte del campo visual, habitualmente la mitad inferior.

Factores de riesgo.

Como siempre, encontramos grupos de población con mayores probabilidades de padecer esta retinopatía:

  1. Personas con mal control de la presión arterial
  2. Padecer Diabetes Mellitus, hipercolesterolemia u obesidad
  3. Ser fumador
  4. Embarazadas
  5. Tener malos hábitos alimenticios
  6. Edad (mayores de 50 años)

Prevención.

La manera de prevenir todas estas complicaciones es realizar exámenes periódicos del fondo de ojo, mantener un estilo de vida saludable (alimentación y ejercicio), así como controlar los valores de presión arterial.