Salud visual: ¿Cuándo renovar tus gafas?

19.05.2022

En torno al 20% de usuarios de gafas no las renuevan antes de 5 años, y cuando lo hacen es porque las lentes se han rayado o deteriorado, porque la montura se les ha roto o porque sufren cualquier otro problema como notar que ven peor o diferente sintomatología relacionada con la visión (como dolores de cabeza, ojos rojos, sequedad, etc.).

Según el libro blanco de la visión el 72% de los pacientes no acude a sus revisiones visuales porque creen ver bien.

En base a estos dos datos y a la experiencia en nuestro establecimiento sacamos varias conclusiones importantes:

  1. La sociedad no está concienciada de la importancia de realizar revisiones visuales periódicas, pensando en muchos casos que lo único que se comprueban son las dioptrías que podamos tener.
  2. No damos a la visión la importancia que realmente tiene, el sentido a través del cual recibimos el 80% de toda la información de nuestro entorno.
  3. Mucha gente cree que hacer una revisión visual supone tener que cambiar las gafas.

Nos centramos ahora en el aspecto que da título al artículo, ¿cuándo debemos cambiar nuestras gafas? No hay una norma que nos indique cuando ha llegado el momento de cambiarlas, siendo diferentes los motivos que nos pueden llevar a ello:

  1. Cambio en la graduación: por norma general los cambios de graduación son progresivos, no siendo conscientes que no vemos tan bien como antes hasta que estamos viendo realmente mal. Es por ello que cuando acudimos a una revisión visual podemos "llevarnos la sorpresa" que nuestra graduación ha cambiado y no lo sospechábamos. Actualizar nuestras lentes supondrá volver a ver realmente bien; y en el caso de haber molestias relacionadas con la visión previas a la revisión, la desaparición de esas molestias.
  2. Deterioro de nuestras gafas: una persona que necesita las gafas para poder ver correctamente las usa desde que se levanta hasta que se acuesta; si nos paramos a pensar, no hay ninguna otra prenda que usemos tantas horas al día y además a diario. Ese uso, por muy cuidadosos que seamos, supone un desgaste y deterioro en forma de cristales que se arañan, tratamientos de las lentes que se deterioran y desaparecen, las monturas sufren un deterioro propio de la exposición a las diferentes condiciones meteorológicas, al sudor o productos químicos de las diferentes cremas que nos aplicamos. Todo ello hace que nuestra calidad de visión disminuya significativamente.
  3. Motivos estéticos: las gafas son un complemento de moda que ayuda a proyectar una imagen nuestra al resto del mundo; y no sólo por moda, pues al igual que cuando vemos a una persona mal vestida o con la ropa sucia, una persona con unas gafas medio rotas, deterioradas o con evidentes signos de desgaste ofrece una imagen de sí misma de dejadez y abandono.