Salud visual: Glaucoma

23.07.2020

Una de las "enfermedades silenciosas" del ojo es el glaucoma, que se encuentra entre las principales causas de ceguera en personas mayores de 60 años.

Esta enfermedad provoca la muerte de las fibras del nervio óptico, encargadas de transmitir las imágenes del ojo al cerebro, lo que se traduce en pérdida de campo visual. La destrucción de estas fibras nerviosas suele estar asociada a una presión intraocular (PIO) alta.

¿Qué es la PIO? 

El ojo está produciendo contantemente humor acuoso, un líquido transparente cuya función es aportar nutrientes y oxígeno a la córnea y cristalino; este líquido es drenado por la zona de unión entre el iris y la córnea, el ángulo irido-corneal. Cuando no hay equilibrio entre la producción y drenaje de humor acuoso aumenta la PIO.

Hay diferentes tipos de glaucoma, aunque vamos a mencionar únicamente los dos grandes grupos existentes:

Glaucoma de ángulo abierto

Es el tipo más común y se produce gradualmente porque el ojo no drena el fluido tan bien como debería, aumentando la presión intraocular y dañando el nervio óptico con el paso del tipo.

Este tipo de glaucoma es asintomático en los estadios iniciales, provocando pérdida de campo visual periférico, de la cual no somos conscientes por ser muy progresiva, hasta llegar a la llamada "visión en túnel" por lo reducido de ese campo visual.

Glaucoma de ángulo cerrado

El ángulo irido-corneal es más estrecho de lo normal y se corre el riesgo de que se bloquee por algún motivo; cuando esto ocurre la PIO aumenta muy rápidamente y se produce un ataque agudo de glaucoma de ángulo cerrado, una auténtica emergencia médica que cursa con visión borrosa, dolor ocular muy intenso, dolor de cabeza, náuseas y vómitos entre otros.

Por ser una enfermedad asintomática (glaucoma de ángulo abierto) la manera de detectarlo es mediante las revisiones visuales periódicas, donde se mide la PIO y se observa el estado la papila óptica (inserción del nervio óptico en el ojo). Para el diagnóstico definitivo será necesario hacer una campimetría que revelará el estado del campo visual y por tanto el posible daño producido en las fibras nerviosas.

El tratamiento depende de la gravedad del glaucoma, aunque inicialmente suele consistir en el control de la PIO mediante la instilación de gotas oftálmicas; en casos más graves puede llegar a ser necesaria la cirugía.

En Optibéjar medimos de forma rutinaria la PIO a nuestros pacientes cuando nos visitan para su revisión visual periódica.