Salud visual: Vuelta al cole

03.09.2020

Llega Septiembre, mes de regreso a las aulas (#VueltaalCole) para los más jóvenes de las familias. En el caso de los niños es importante hacerles una revisión visual previa para asegurarnos que afrontan el nuevo curso en las mejores condiciones posibles.

Y es que la visión es uno de los sentidos primordiales a la hora de canalizar el aprendizaje, pues es necesario ver bien al profesor para atender sus indicaciones, distinguir correctamente lo que pone en la pizarra, libros, ordenadores, etc. para asimilar los conceptos; la visión juega un papel importante en la escritura, en la psicomotricidad fina, en la coordinación ojo-mano, en el desempeño de actividades físicas -tanto en deportes de equipo como individuales-.

El examen visual no se reduce a comprobar si el niño tiene X dioptrías y hay que ponerle gafas. También se comprueba el estado de los músculos del ojo, que tiene una correcta visión binocular, la capacidad de realizar adecuadamente los movimientos necesarios para poder realizar una lectura fluida, seguir el balón mientras juegan, etc.

Además, este año es especialmente importante realizar esa revisión visual. la situación excepcional que estamos viviendo desde Marzo ha hecho que se haya reducido drásticamente la exposición a la luz natural (necesaria para un correcto desarrollo del sistema visual) aumentando exponencialmente el uso de dispositivos electrónicos como consecuencia de la formación online que ha sido necesaria adoptar; todo ello ha hecho que se someta aun sobreesfuerzo tremendo al sistema visual, el cual se puede evitar en gran medida con una correcta ergonomía visual.

Las malas notas o el desinterés de los niños no siempre son consecuencia de una mala calidad visual, pero esta deficiente calidad sí puede impedir seguir el ritmo de las clases, atender la pizarra, leer con fluidez o tener una correcta capacidad de comprensión; factores todos ellos que pueden llevar al fracaso escolar.

Los niños, sobre todo los más jóvenes, no siempre se quejan de ver mal; a veces porque son demasiado pequeños, y otras porque si siempre han tenido un determinado problema visual no saben lo que es ver bien. Por ello tanto padres como educadores deben estar atentos a los posibles signos que indican que un niño puede no estar viendo correctamente; algunos de ellos son:

  1. Ojos irritados.
  2. Parpadeo muy frecuente.
  3. Entrecerrar los ojos al fijarse en algo.
  4. No enfocar la mirada en lo que indica el profesor.
  5. Quejarse de dolor de cabeza, visión doble o borrosa -sobre todo al final de la jornada o después de hacer los deberes-.
  6. Acercarse mucho para leer o escribir.
  7. Saltarse renglones en la lectura, no hacerla con la velocidad o fluidez acorde a su edad.
  8. Evitar tareas o juegos que impliquen un esfuerzo visual; procurar no participar en deportes de equipo.
  9. Tropezar con facilidad, tener mala puntería, calcular mal las distancias.