Producto: Cómo elegir las gafas para los niños

08.09.2022

Como hemos comentado recientemente, es hora de hacer la revisión visual a los niños aprovechando el comienzo del nuevo curso; ahora bien, qué pasa si detectamos que necesita usar gafas para tener una correcta visión, cómo elegir las ideales.

Os traemos unos consejos útiles a tener en cuenta, sobre todo cuando es la primera vez que os encontráis en esta situación, probablemente un poco desorientados y con dudas para hacer la elección correcta.

Es importante que a los niños le gusten las gafas, pues son los que las van a llevar; por eso ellos deben ser parte activa en la elección (aunque la decisión final sea de los padres). Que las escojan y les gusten, debe apetecerles llevarlas.

Las gafas deben ser cómodas, ligeras y resistentes; pensemos que las van a llevar puestas todo el día y que por lo general los niños son bastante activos, así que deben olvidarse que las llevan puestas y que no pueden realizar ciertas actividades por miedo a romperlas. Para los más pequeños las monturas de silicona son una buena opción, flexibles y muy ligeras; para los que ya van siendo un poco más mayores las monturas de acetato son más resistentes que las de plásticos inyectados.

Deben ajustarse bien a su fisonomía; hay que tener en cuenta que el tabique nasal en los niños aún no está bien formado, así que las gafas de metal -que se apoyan en la nariz mediante plaquetas- no son las más ideales. Las gafas de pasta apoyan en toda la nariz, sujetándose mejor y repartiendo el peso en toda su superficie, por lo que serán más cómodas (eso sí, habrá que fijarse que el puente de las gafas les ajusta bien a la nariz).

Por otro lado, en cuanto al tamaño de la montura, debe ser suficiente para que le abarque todo el ojo y no le reste campo de visión o no le permita mirar por fuera de la montura. Así, deberán subir por encima del ojo pero sin sobrepasar las cejas, no deberán llegar o reposar sobre las mejillas y lateralmente les deben permitir mirar sin dificultad. Pero cuidado, tampoco hay que elegir unas gafas que les queden grandes pensando en que los niños crecerán.

El ajuste de las varillas debe ser tal que se fijen a las orejas evitando que las gafas resbalen en la nariz, pero sin llegar a apretarles; las gafas no deben moverse en la cara, pero tampoco deben apretar.

En cuanto a la elección de las lentes, hay que poner materiales orgánicos, policarbonato preferiblemente por su resistencia a los impactos; el endurecido para dificultar la aparición de arañazos en la superficie y por supuesto, el antirreflejante para proporcionar la imagen más nítida posible a los ojos -hay que tener en cuenta que en estas edades se está desarrollando el sistema visual de los niños, por lo que es fundamental proporcionar al cerebro imágenes nítidas para poder alcanzar la mayor agudeza visual; la que se alcance en la niñez será la máxima visión que podremos tener en la edad adulta-.