Salud ocular: Afecciones del cristalino

27.01.2022

Son pocas las afecciones que trataremos en el cristalino, pero dada la importancia de esta estructura en el funcionamiento del ojo es fácil darse cuenta que pueden afectar de manera importante a nuestra calidad visual.

Esclerosis del cristalino: es la pérdida de elasticidad de la lente y está directamente relacionada con la edad por el constante crecimiento y endurecimiento que experimenta el cristalino desde el nacimiento. Como vimos en el artículo del anterior, la propiedad de la elasticidad le otorga al cristalino la capacidad de cambiar su forma y curvatura permitiéndonos enfocar objetos a distancia cercana; por tanto es fácil comprender que esta esclerosis es la causante de la presbicia o vista cansada que experimentamos a partir de los 40-45 años. No es una enfermedad, pero podemos tratarla con ayudas ópticas en forma de gafas, lentes de contacto o cirugía que nos permiten volver a ver nítidamente de cerca.

Catarata: es la opacificación o pérdida de transparencia del cristalino, que puede ser causada por diferentes motivos -la edad en el caso de la catarata senil (en torno al 80% de los casos), exposición prolongada a las radiaciones UV, enfermedades sistémicas como la diabetes, ingesta prolongada de ciertos medicamentos, traumatismos; pero también podemos nacer con ella, siendo esta la catarata congénita-. Normalmente son de aparición y progresión lenta, con una sintomatología asociada como mala calidad de visión (en estadios iniciales no suele acusarse pérdida de agudeza visual), sensación de ver niebla o humo, deslumbramiento frente a las luces. El único tratamiento para la catarata es la cirugía.

Luxación o subluxación del cristalino: una luxación es el desplazamiento de una estructura de su posición natural de forma total; la subluxación es el desplazamiento parcial de esa estructura. Así, aquí nos encontramos que la cápsula que contiene el cristalino o las fibras de la zónula de Zinn sufren algún daño que provocan el desplazamiento, que puede deberse a debilidad por una enfermedad sistémica u oftálmica o a un traumatismo o cirugía. Los síntomas son pérdida de agudeza visual, pérdida de capacidad para enfocar de cerca y visión doble monocular en el caso de la subluxación.