Salud ocular: Lágrima, composición y funciones
En las últimas entradas de este blog hemos hablado ligeramente sobre la lágrima, su papel en el síndrome de ojo seco o su importancia en el uso de las lentes de contacto. ¿Pero sabemos realmente qué es y cuáles son sus funciones?
Podemos definir la lágrima de modo muy general como una sustancia líquida que encontramos en la parte exterior del ojo recubriendo la córnea y conjuntiva. Pero para comprenderla realmente debemos conocer primero su composición.
Encontramos en ella tres capas claramente diferenciadas, que de más interna a externa son:
- Capa mucínica: sustancia mucosa que mantiene la lágrima adherida a la superficie corneal.
- Capa acuosa: es la más gruesa de las tres, formada en un 98-99% por agua y siendo el resto sales como sodio, potasio y calcio, proteínas como la lisozima, albúminas y globulinas.
- Capa lipídica: compuesta por ácidos grasos producidos por las glándulas de los párpados y cuya función es evitar que la lágrima se evapore.
Ahora que conocemos su composición estamos en disposición de comprender mejor las funciones de la lágrima:
- Humectación. Evita que el ojo se seque; cuando falta humectación aparecen molestias como picor, escozor, sensación de arenilla, mala visión, etc.
- Limpieza. Elimina microbios, polvo, sustancias irritantes y otras partículas ajenas al ojo.
- Lubricación. Permite el paso suave de los párpados sobre la superficie corneal.
- Nutrición. Al no estar vascularizada la córnea la lágrima nutre de oxígeno a la primera.
- Protección. Tiene una acción antibacteriana gracias a los anticuerpos y enzimas de su composición.