Salud ocular: ¿Puedo bañarme con mis lentillas?
¡NO!
Es verano, hace calor y apetece refrescarse dándose un baño. Estos factores hacen que una de las preguntas más recurrentes por los usuarios de lentes de contacto en estas fechas sea "¿Me puedo bañar con las lentillas puestas?"
La respuesta es tajante: ¡NO! Pero expliquemos un poco el por qué.
En el agua hay microorganismos; da igual que sea agua dulce o salada, en la piscina, en el río o en el grifo de casa. Aún estando debidamente tratada en el agua siempre hay microorganismos, y uno de ellos es la acanthomoeba, una ameba de vida libre altamente resistente y potencialmente muy dañina para nuestros ojos, pues es la responsable de la queratitis por acanthomoeba.
Hemos dicho que este microorganismo se encuentra en el agua, pero también en el suelo y en prácticamente cualquier ambiente. El hecho es que aunque es una patología poco frecuente, uno de los factores de riesgo para que una córnea se infecte es llevar lentes de contacto, especialmente blandas; y el riesgo aumenta cuando no se practica una higiene adecuada de las lentillas o nos bañamos con ellas.
¿En qué consiste la queratitis por acanthomoeba?
Es una inflamación de la córnea producida por la invasión de amebas del género acanthomoeba, que inicialmente provoca punteados en el epitelio corneal (capa más externa), pero que a medida que avanza y profundiza en su estructura provoca úlceras y pérdida de transparencia; en los casos más graves ha llegado a provocar trasplante de córnea e incluso la pérdida del ojo.
Entre los síntomas de esta queratitis encontramos:
- Sensibilidad a la luz, fotofobia
- Sensación de cuerpo extraño
- Lagrimeo excesivo
- Visión borrosa
- Ojo rojo
- Dolor intenso
El tratamiento es largo y costoso, pero lo mejor es no tener que llegar a este punto gracias a la prevención. Para ello debemos mantener siempre una correcta higiene de las lentes de contacto, cambiar todos los días el líquido de mantenimiento y no reutilizarlo, lavarnos siempre las manos antes de manipular las lentillas, mantener limpio el estuche de las lentes y cambiarlo periódicamente, no bañarse con las lentillas puestas (ni siquiera ducharse).