Salud visual: Conjuntiva

11.11.2021

Es una membrana delgada de aspecto mucoso, brillante y muy vascularizada. Recubre la superficie delantera del globo ocular y la superficie interna de los párpados; así, se extiende desde el limbo esclero-corneal (transición entre córnea y esclera) hasta el borde libre palpebral por su cara interna.

Podemos dividir la conjuntiva en 3 zonas:

  1. Conjuntiva bulbar: va desde el limbo esclero-corneal al párpado, así que es la porción que recubre la esclera o esclerótica (carcasa del globo ocular, el "blanco de los ojos"). Se encuentra fijada a esta estructura mediante una unión firme al limbo -donde se fusionan los epitelios de conjuntiva y córnea- y una unión más débil a la esclera.
  2. Fórnix conjuntival: es la zona de transición entre conjuntiva bulbar y palpebral, donde hay pliegues de tejido.
  3. Conjuntiva palpebral o tarsal: tapiza la cara interna del párpado, al que está firmemente unido por el tarso.

Aunque diferenciamos 3 regiones diferentes en la conjuntiva, esta es una estructura continua que impide que cualquier objeto extraño (como las lentes de contacto) se pueda "colar" a la parte trasera del ojo.

La conjuntiva tiene diversas funciones:

  1. Facilita la motilidad del globo ocular gracias a la unión débil entre conjuntiva bulbar y esclera y a los pliegues de tejido en los fórnices, permitiendo que el ojo se mueva en todas las direcciones de mirada.
  2. Lubrica: la superficie de la conjuntiva es suave y húmeda, permitiendo que las membranas mucosas se deslicen entre ellas fácilmente y sin dolor durante el parpadeo y movimientos oculares, pues en el epitelio de la conjuntiva hay células que segregan mucina con este fin; esta sustancia es un componente fundamental para que la lágrima se adhiera a la superficie ocular y así evitar el síndrome de ojo seco.
  3. Función protectora: para ser capaz de proteger al ojo frente a agentes patógenos, bajo la conjuntiva palpebral y en los fórnices encontramos acúmulos de linfocitos y células plasmáticas en forma de folículos que son nódulos linfáticos del ojo. Sustancias antibacterianas, como las inmunoglobulinas, el interferón y las prostaglandinas, fundamentales para iniciar y regular la respuesta inmunitaria de la superficie ocular.
  4. Los vasos sanguíneos de la conjuntiva ayudan a nutrir a ojo y párpados.