Salud visual: Presión intraocular

25.02.2021

Uno de los parámetros que comprobamos en las revisiones visuales que realizamos en nuestro centro es la presión intraocular, aunque aún hay quien desconoce la existencia de este parámetro. A continuación os damos algo de información acerca de esta medida.

Cuando medimos la presión intraocular (PIO) lo que estamos midiendo es la presión que ejerce el humor acuoso sobre las paredes del ojo. Este humor acuoso es el líquido que se encuentra rellenando la cámara anterior -espacio comprendido entre la córnea y el cristalino- y sus funciones son nutrir a las estructuras adyacentes (córnea e iris) y ayudar a mantener la forma natural del ojo para que la refracción se produzca adecuadamente de manera que la luz que entra en el ojo focalice en la retina.

La presión la medimos en milímetros de mercurio (mmHG) y sus valores normales deben estar comprendidos entre 10 y 21, sufriendo estos valores pequeñas oscilaciones a lo largo del día ya que se ve influenciada por los ritmos circadianos: encontramos los valores más altos entre las 8 y 11 horas y los más bajos entre las 0 y 2 horas, con diferencias de entre 3 y 5 mmHg. Cuando el valor es superior a esos 21 mmHg consideramos que hay hipertensión ocular. Hay PIO alta cuando se produce más humor acuoso del que se drena, pudiendo tener este desequilibrio diferentes causas.

La PIO alta es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar glaucoma, aunque no el único; y también es cierto que tener hipertensión ocular no es sinónimo de tener glaucoma y que se puede padecer glaucoma sin hipertensión ocular.

Tener la PIO alta no produce síntomas (excepto en el caso particular de producirse un ataque agudo de glaucoma, una subida brusca y repentina del la PIO que provoca dolor muy intenso), por lo que la única manera de detectarla es en las revisiones periódicas.

El tratamiento de la presión intraocular alta consiste habitualmente en distintos medicamentos o colirios, que el oftalmólogo decide en función de cual sea la causa del desequilibrio entre producción y drenaje del humor acuoso (puede haber un exceso de producción o un problema en el sistema de drenaje). Cuando el uso de colirios no es efectivo puede ser necesario el empleo de otras técnicas de tratamiento como el láser o la cirugía.

Cualquier persona puede tener una PIO alta, aunque hay ciertos factores que pueden predisponer más a ello:

  1. Tener antecedentes de PIO alta o glaucoma en la familia
  2. Edad (mayores de 60 años)
  3. Diabéticos
  4. Miopes o hipermétropes altos
  5. Raza (negros o asiáticos)
  6. Pacientes con un ángulo irido-corneal estrecho (lugar por el que se drena el humor acuoso)