Salud ocular: Degeneración marginal pelúcida

16.12.2021

Una de las ectasias corneales que podemos encontrar es la degeneración marginal pelúcida (DMP); es poco frecuente y suele ser bilateral, con aparición entre los 20 y 40 años de edad.

La primera frase nos da mucha información sobre esta afección. Una ectasia corneal es una patología que provoca el adelgazamiento progresivo de la córnea (puede producirse de forma natural o como consecuencia de una cirugía refractiva), y con el paso del tiempo ese adelgazamiento provoca una deformación en la curvatura corneal. Por otro lado el adjetivo marginal nos está hablando de la localización en la córnea, hacia la periferia de la misma; y por último el adjetivo pelúcida nos dice que no causa pérdida de transparencia en la córnea (según la RAE pelúcido es un adjetivo que significa transparente o traslúcido).

Con todo lo dicho tenemos que la DMP es una enfermedad degenerativa de la córnea en la que se produce un adelgazamiento del estroma corneal en la región periférica inferior de la córnea, en torno a 1-2 mm del limbo esclerocorneal. Justo encima del adelgazamiento se produce un aumento de la curvatura corneal que provoca un astigmatismo en contra de la regla que causa una pérdida importante en la calidad visual del paciente.

Cuando vemos un mapa topográfico de la córnea con DMP (como en la imagen superior) encontramos un típico patrón en forma de pinza de cangrejo que nos va a hacer pensar rápidamente en esta dolencia. En cambio, cuando la observación la hacemos con la ayuda de un biomicroscopio podemos ver el adelgazamiento al dirigir un haz de luz lateralmente a la córnea.

Inicialmente la DMP es asintomática para el paciente, aunque según vaya progresando notará pérdida de agudeza visual de forma lenta y progresiva en función del grado de afectación.

En cuanto al tratamiento, inicialmente se podrá corregir el defecto refractivo con gafas o lentes de contacto, pero a medida que vaya progresando el alto astigmatismo será cada vez más irregular y habrá que optar por lentes de contacto especiales, esclerales, para poder proporcionar una visión adecuada. Finalmente puede ser necesario el tratamiento quirúrgico, incluso el trasplante de córnea.