Salud visual: consejos para una buena calidad de visión

01.10.2020

Entendemos por calidad visual poder realizar las diferentes actividades diarias de manera cómoda y sin molestias: leer un libro sin que se nos emborronen las letras por cansarnos rápidamente, percibir nuestro entorno sin perder intensidad de colores o contraste, no sufrir deslumbramientos cuando pasamos de un entorno a otro con diferentes intensidades lumínicas, etc. son algunos ejemplos. Porque una cosa es ver bien y otra tener calidad visual.

Es un concepto un poco abstracto pero que echamos en falta cuando carecemos de ella. Por medio de gafas, tratamientos en las lentes o diversos ejercicios como en la terapia visual podemos ayudar a recuperarla o mantenerla, pero cada uno de nosotros individualmente también podemos ayudar a conservarla manteniendo unos sencillos y saludables hábitos de vida:

  1. Revisa tu visión anualmente: en una revisión visual no nos limitamos a comprobar si necesitas una ayuda óptica para ver bien o tus gafas están correctamente graduadas; examinamos las diferentes estructuras del ojo en busca de posibles signos de enfermedades que muchas veces son asintomáticas hasta estar avanzadas. Cogidas a tiempo pueden evitar muchos disgustos en el futuro: retinopatía diabética, glaucoma o degeneración macular (DMAE) son algunas de ellas.
  2. Conoce los antecedentes en familiares directos: algunas enfermedades tienen un componente genético que puede predisponernos a padecerlas.
  3. Lleva unos hábitos de vida saludables: una alimentación sana y equilibrada y practicar ejercicio regularmente ayudan a mantener nuestro cuerpo (y ojos) sano. Carencias de vitaminas o minerales en nuestra dieta tienen claras repercusiones en nuestra salud visual.
  4. Protege tus ojos de las radiaciones: compra tus gafas de sol en ópticas; es la forma de asegurarte que están debidamente homologadas y te protegen no sólo del exceso de luz sino de las radiaciones UV. Protege tus ojos frente a las pantallas de los dispositivos digitales; actualmente hay diferentes tratamientos que aplicados a las lentes de las gafas filtran parte de las radiaciones más dañinas para el ojo, eliminan reflejos, relajan la visión en cerca, etc. incluso aunque no necesites graduación para ver bien.
  5. Utiliza gafas de protección: diferentes oficios o actividades requieren el uso de gafas para protegernos de posibles impactos, sobreexposición a radiaciones -como en el caso de soldadores-, salpicaduras de agentes corrosivos...
  6. Lleva la corrección adecuada: aunque creas no notarlo, ir con unas gafas deterioradas o con tu graduación sin actualizar obliga a tus ojos a realizar un esfuerzo extra que puede derivar en molestos síntomas.
  7. Procura hacer las diferentes actividades con buena iluminación pero sin llegar a deslumbrarte. Nunca veas la televisión con la habitación totalmente a oscuras.
  8. Lee, estudia o mira el móvil a una distancia adecuada; si te acercas demasiado estás obligando a tus ojos a trabajar en exceso.
  9. Si eres usuario de lentillas no olvides nunca las normas básicas de higiene antes de manipularlas, realiza la limpieza y desinfección de las lentes diariamente y con los productos recomendados por tu óptico de confianza, no abuses de las horas diarias de uso y respeta los plazos de reemplazo de la lente, pues aunque no lo notes tienen un deterioro constante desde que las estrenas.